La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya informó 131 casos positivos de viruela del mono detectados hasta el momento en más de 20 países del mundo, incluido en Argentina.
La OMS dio por erradicada la viruela en 1980 y desde 1921 hasta 1980, la gran mayoría de la población recibió la vacuna, que fue obligatoria durante más de 50 años. En Argentina, la vacuna contra la viruela se aplicó hasta 1978.
Según lo publicado por Infobae, varios estudios científicos indicarían que la vacuna contra la viruela podría ser el arma de prevención para la viruela símica. “Las vacunas contra la viruela humana demuestran una efectividad del 85% contra esta enfermedad”, señaló el médico infectólogo, Juan Carlos Cisneros, subdirector del Hospital Muñiz de la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), “faltan datos de eficacia de esta vacuna contra la viruela de los monos en humanos” y descartó la vacunación ya que el riesgo que tiene esta enfermedad se considera bajo.
Por otro lado, la agencia británica también propuso realizar lo que se conoce como vacunación en anillo, una práctica que consiste en que, en caso de contacto estrecho con un paciente positivo que no esté vacunado, debería ofrecerse la posibilidad de vacunarse tan pronto como sea posible.
Aunque consideran que hay pruebas muy limitadas sobre si la vacuna puede modificar o prevenir la enfermedad cuando se aplica después de la exposición, esperan que una dosis de esta vacuna ayude a reforzar la inmunidad y a tener una infección más leve.
Esta estrategia de Reino Unido es la que empezarán a utilizar países como Dinamarca, Francia, Alemania y Estados Unidos, que comenzarán a inocular a los contactos más estrechos de las personas infectadas con las miles de dosis que acaban de comprar al único fabricante europeo.
Por su parte, la OMS tiene reservas de unas 31 millones de dosis de vacunas contra la viruela. No obstante, pueden haber perdido potencia en las décadas transcurridas desde su fabricación. En el caso de Estados Unidos, su reserva contiene más de 100 millones de dosis de la vacuna original contra la viruela, pero está asociada a efectos secundarios y no debe administrarse a determinados pacientes, incluidos los inmunodeprimidos.
En 2019 la FDA en EEUU aprobó una nueva vacuna contra la viruela humana y la del mono llamada Jynneos. Hay más de 1.000 dosis en la reserva, de acuerdo con la doctora Jennifer McQuiston, subdirectora de los CDC.